Fue constituida en el año 1995, con el fin de trabajar en la conservación y fomento de una raza que en aquellos años agonizaba.

En el año 2001, el Gobierno de Aragón aprueba el Reglamento del Libro Genealógico de la Churra Tensina (Decreto 265/2001) y reconoce a ATURA como entidad gestora del mismo.

En enero de 2012, en cumplimiento del Real Decreto 2129/2008 por el que se establece el Programa Nacional de Conservación, Mejora y Fomento de las Razas Ganaderas, se propone el Plan de Mejora y Conservación de la Raza Ovina Churra Tensina, aprobado oficialmente por el Gobierno de Aragón el 15 de octubre del mismo año.

En enero de 2020, ATURA presenta ante el Gobierno de Aragón el Plan de Cría de la Raza Ovina Churra Tensina atendiendo a lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/1012 y el RD 45/2019

En la actualidad, ATURA está constituida por 27 socios y controla unas 11.000 cabezas, que constituyen la práctica totalidad de los efectivos de la raza tensina.

Más del 60% del censo se concentra en el Pirineo de Huesca (Comarcas de Sobrarbe, Jacetania y Alto Gallego). El resto se reparte por otras comarcas de Huesca (Hoya de Huesca y Monegros) y por algunas de Zaragoza (Bajo Aragón-Caspe, Cinco Villas y Campo de Daroca).

PRINCIPALES TRAMITES A DESARROLLAR CON La Asociación de Criadores de Ganado Ovino de la Raza Churra Tensina (ATURA):

• REGLAMENTO DE REGIMEN INTERNO, DESCARGA AQUI
• PROGRAMA DE CONSERVACION, DESCARGA AQUI
• ENTIDADES COLABORADORAS, DESCARGA AQUI
• LIBRO GENEALÓGICO Y PROTOTIPO RACIAL, DESCARGA AQUI
• ESTATUTOS ATURA, DESCARGA AQUI
• ADMISION SOCIOS, condiciones , solicitud DESCARGA AQUI
• Enlace al Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España ARCA AQUI
  

Cabeza: De tamaño medio. Machos de perfil subconvexo. Ambos sexos pueden presentar cuernos, pero son muy escasos los ejemplares armados. Algunos presentan moña, que puede reducirse con la edad, constituye un carácter no apreciado.

Cuello: Largo, ligero y bien insertado, frecuentemente con mamellas.

Tronco: Largo y profundo. Cruz ligeramente destacada. Línea dorso-lumbar ligeramente ascendente hacia la grupa. Grupa horizontal o poco descendida, algo más larga que ancha. Cola de inserción baja.

Extremidades: Buenos aplomos, de longitud media y delgadas. Pezuñas fuertes y simétricas.

Capa: Blanca, con pigmentación centrífuga en negro o marrón en cara y parte distal de las extremidades. Puede presentar moteado en extremidades y cara, así como manchas negras o marrones, de distinta forma y tamaño, dispersas por el cuerpo. Se aceptan individuos totalmente negros.

Vellón: Blanco o blanco predominante, abierto, de mechas cónicas muy largas que cuelgan a ambos lados de la línea superior del cuerpo. Fibra gruesa, poco ondulada y muy larga.

Eumétrica, longilínea y de perfil recto o subconvexo.

Peso vivo: machos de 65 a 75 kg. y hembras de 45 a 50 kg.

Alzada a la cruz: machos 72 cm. y hembras 65 cm.

   
Origen e Historia del Ganado Ovino Churra Tensina    

Raza del tronco churro, aparentemente originada en el Ovis aries studery que llegó a la Península con los pueblos celtas. La raza Churra debió ocupar gran parte de la Península, aunque después fue desplazada y algunas poblaciones quedaron aisladas, originándose la actual Churra Tensina en el Pirineo Central, particularmente adaptada a la alta montaña y al régimen trashumante.

Es originaria de los valles de Tena (de donde toma su nombre), Broto y Bió, donde ha permanecido acantonada durante siglos, rodeada de otros ovinos con los que no tiene ninguna relación, pero manteniendo fielmente sus características raciales

En su área de distribución, la palabra “churra” no tiene ningún significado ni tan siquiera para designar esta raza, siendo conocida como tensina, montañesa, güellada (hace mención a su característica pigmentación ojinegra) o cerruda (de vellón largo, peluda).

Históricamente se consideró un ecotipo de la raza Churra, pero, ya en 1992, aparece de forma independiente en el Reglamento CEE 2078/92. En 1997, es oficialmente reconocida como raza autóctona de protección especial, mediante el Real Decreto 1682/97 por el que se actualiza el Catálogo Nacional de Razas.

Durante siglos, fue la raza ovina exclusiva del Pirineo Central oscense como lo atestiguan fotografías de Briet o Compairé, de inicios del siglo XX, habiendo podido superar las 100.000 cabezas. A partir de los años 60, el derrumbamiento del sistema trashumante y la depreciación de sus corderos y pieles, debido al enlanado basto, provoca un intenso mestizaje y la posterior sustitución de esta raza por otras más productivas, situándola al borde la extinción.

Esta raza sostuvo el sistema socioeconómico tradicional de los valles del Pirineo Central y sus grandes rebaños representaban la mayor riqueza para el montañés, que en invierno descendía a las estepas y secanos del Valle del Ebro en busca de pastos.
Ignacio de Asso, en su Historia de la economía política de Aragón (Zaragoza, 1798) habla de la ganadería en el Valle de Tena y dice “la pastoría es la principal ocupación de sus habitantes, de que sacan notable utilidad. (…) Aunque este ganado es trashumante por necesidad, su lana queda siempre en la clase de churra, pero tiene la particularidad de producir mucho estambre (...)”. Palabras de las que se deduce la importancia de esta raza en aquella época.

El derrumbamiento de la economía tradicional de la montaña (debido a la industrialización y el despoblamiento) y la crisis de la trashumancia (regadíos en el valle del Ebro, falta de mano de obra,...) abocan a la Churra Tensina hacia una rápida e irremediable disminución de sus censos. El ganadero de la montaña intensifica sus explotaciones y se decanta por razas más productivas -aunque más exigentes- y los tratantes desprecian los corderos tensinos, debido al menor valor de su piel en aquellos momentos. Por ello, en pocas décadas el censo tensino pasa de decenas de miles de cabezas a desaparecer de valles enteros como el de Tena, que le había dado nombre, y a situarse al borde de la extinción.

En los años 90 apenas quedan rebaños en pureza y su censo era inferior a las 5.000 cabezas, por lo que algunos ganaderos constituyen la Asociación de Criadores de la raza para velar por su conservación.

De momento, la conservación de la raza parece asegurada debido a que los ganaderos se encuentran organizados y existen ayudas para su fomento. También existe un núcleo propiedad del Gobierno de Aragón. Sin embargo, no parece razonable pensar en su expansión y, quizás, fuese suficiente asegurar el mantenimiento de censos y explotaciones en los próximos años, debido al envejecimiento del sector y a la reforma de la PAC, ya que las ayudas directas suponen un estímulo imprescindible.